332 mil millones de pesos a la basura 2021/02/22
Comencemos por lo más importante: el costo de cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM) fue de 331 mil 996 millones de pesos, 232 por ciento más de lo que calculó el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en el documento “Razones para la cancelación del proyecto del Nuevo Aeropuerto en Texcoco”, publicado el 26 de abril de 2019. Nuestros austeros gobernantes valoraron el costo de la suspensión en cien mil millones de pesos. Se equivocaron un poquito: casi 232 mil millones. Peccata minuta.
Aquí vale la pena hacer una pausa, tomarse la primera copa de tequila y brindar por la ineptitud de este gobierno para calcular los costos que sufragan los contribuyentes. Claro, es que eso de valorar bien las cosas es de los chocantes tecnócratas. Total, si los actuales gobernantes se equivocan, ellos no pagan los platos rotos.
Sigamos con la auditoria de la Auditoría Superior de la Federación quien, en el ejercicio de sus facultades, estimó el costo total de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Pero, hombre, todavía hay que desembolsar 165 mil 456 millones de pesos más de costos adicionales que se derivan de obligaciones pendientes para la liquidación de los bonos que siguen en circulación, lo cual incluye intereses estimados, más el capital a la fecha de vencimiento de cada bono en 2026, 2028, 2046 y 2047.
La Auditoría Superior de la Federación cree que podría haber más costos por erogar. Resulta que todavía están por liquidarse algunos de los contratos suscritos para la construcción que el Grupo Aeroportuario de México no tenia identificados. No están cuantificados los costos adicionales por la liquidación de éstos. A eso hay que añadir otros costos legales para la recompra de los bonos en circulación que quedaron pendientes y la resolución de 41 juicios de amparo, un juicio contencioso administrativo y dos demandas de arbitraje internacional que se encuentran en proceso.
Pero al minucioso reporte de la ASF habría que agregar los costos económicos indirectos que tuvo esta decisión. Desde el mismísimo 29 de octubre de 2018, cuando el entonces Presidente Electo anunció la decisión de cancelar el NAIM, supuestamente validado por una consulta popular patito, disminuyó de inmediato la confianza de muchos inversionistas en nuestro país. El riesgo de invertir en México se elevó. Algunos empresarios decidieron suspender proyectos de inversión y otros incrementaron sus parámetros de rendimiento sobre el capital. El resultado, sospecho, es otros miles millones de pesos más para la economía mexicana.
Twitter: @leozuckermann
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